Choques entre civilizaciones.

«La Tercera Vía del Desarrollo»

es una alternativa a las guerras entre civilizaciones

 

Vivimos en un mundo de sustituciones totales, donde la realidad geocultural está reemplazada por el "culto al cargo" de copiar modelos geopolíticos del desarrollo. Como resultado, la copia formal de la democracia, sus logros y principios en todo el mundo genera malentendidos y percepciones erróneas cuando se confronta con las tradiciones geoculturales.

 

La democracia del mundo occidental no puede ser democracia para Rusia, China, el mundo árabe y otros ecumenismos civilizatorios.

 

Existen ciertos problemas en el desarrollo de la democracia para otras civilizaciones y entidades geoculturales:

       La lógica de construir una democracia tipo UE - sólo a través de la coexistencia pacífica, sin leyes dialécticas de desarrollo, sin "lucha y unidad de opuestos", dentro de jerarquías centralizadas, incapaces de cambios dinámicos e ignorando la creciente complejidad, diversidad e hibridación de procesos - NO FUNCIONA.

     Contrariamente a las consideraciones geopolíticas sobre la inevitabilidad de la democracia, los líderes de regímenes autoritarios o partidos que han tomado el poder solos NO ESCOINCIDENCIAO ERROR DE LA HISTORIA. Los pueblos que han estado bajo un gobierno autoritario durante siglos son diferentes de las comunidades nacionales del mundo occidental, cuya historia se remonta a la democracia griega. La mentalidad y existencia de tales pueblos depende de la existencia de su imperio, régimen, casta, clan. Por lo tanto, los llamados democráticos a tales masas de personas son impotentes frente al poder de las tradiciones, hábitos y preferencias.

     También es erróneo suponer que se puede construir una democracia liberal después del cambio de los regímenes autoritarios. El sistema en su manifestación genética siempre vuelve, aunque de forma alterada, a su estado original.

 

¡Hoy, la comunidad mundial es capaz de superar la barrera histórica de la lucha entre civilizaciones!

 

El desarrollo de la sociedad y de  las tecnologías permite expandir el sistema de relaciones económicas internacionales sobre la base de una "plataforma cibernética" disponible públicamente. Tal “plataforma cibernética” puede implementar los principios de las diferencias geoculturales para cualquier estado y entidad geopolítica, con base en los principios básicos de la democracia. La plataforma creará una variedad de "instituciones policéntricas" que garantizarán el desarrollo sostenible, el crecimiento económico y la preservación de la identidad geocultural para todos los sujetos económicos y políticos.